Avaaz ha denunciado un acelerado exterminio de las abejas por el uso de pesticidas, llegando a disminuir la población a un ritmo hasta el 40% anual en algunos lugares.
Avaaz.org es una organización civil mundial fundada en enero de 2007 que promueve el activismo ciudadano en asuntos como el cambio climático, derechos humanos, corrupción, pobreza, derechos de los animales, paz y conflicto. Este último mes ha denunciado el grave deterioro de la población de abejas y su efecto para el ser humano.
La mayoría de las personas no conocen la importancia de las abejas, ya que solo los consideran como molestos insectos que producen miel. Sin embargo, la polinización que realizan a diario es un servicio vital dentro de los ecosistemas, que depende de la simbiosis entre las especies polinizadora y polinizada. Las abejas son agentes polinizadores del 85 % de las plantas entomófilas. Todas las frutas, legumbres y verduras son plantas que necesitan de las abejas para producir sus frutos.
Importantes investigaciones científicas que se realizan en todo el mundo, incluido en la Universidad Nacional de Córdoba, han hallado diversos factores que influyen en este “colapso” de la población. Estos factores propios de las colonias como son los hongos, virus, agotamiento del sustento de las abejas por sobrepoblación, nuevos patrones migratorios derivan a la muerte de algunos ejemplares y a mantener el equilibrio natalidad-mortandad, sin embargo los factores ambientales derivadas de la actividad del hombre como el abuso de pesticidas, la contaminación del agua que reduce la cantidad de néctar en las flores, y el calentamiento global que provoca que muchas plantas florezcan antes de lo previsto y se generan alteraciones en los niveles de polen y de néctar reducen en importante llamativo porcentaje as poblaciones mundiales de colonias de abejas.
La utilización de sustancias químicas agrícolas e industriales y fundamentalmente la masiva aplicación de pesticidas, en concreto de insecticidas sistémicos neurotóxicos que con muy pocas ppb (partes por billón) eliminan a todos los insectos existentes, útiles o menos útiles y además persisten en el ecosistema durante años provocando los mismos efectos.
En el avance científico de la agricultura, el deseo de obtener frutos o semillas abundantes ha llevado a utilizar plantas que no dependan de vectores externos como las abejas para la polinización, es evidente que esto desencadena una inevitable disminución de las poblaciones de estos insectos.
Una polinización entomófila efectiva necesita refugios de vegetación natural y hábitat adecuados para los polinizadores en estado salvaje. En todo el mundo estos ecosistemas naturales afrontan el peligro de la extinción de los enjambres salvajes. Con la fragmentación de los hábitats, cada vez hay menos ecosistemas naturales donde proliferen las colmenas y más terrenos dedicados a las grandes explotaciones agrícolas que no producen flores y no son un hábitat donde puedan desarrollarse nuevos refugios naturales.
Las consecuencias de la desaparición de millones de abejas en el mundo determina el agotamiento de un eslabón importantísimo de la cadena alimenticia que inevitablemente perjudica a la alimentación de la población humana.
Si al medio ambiente se le priva de insectos polinizadores como las abejas, entra en regresión, degradándose y perdiendo biodiversidad hasta el punto de que solo proliferarían las plantas que son polinizadas por el viento o aquellas que son polinizadas por pequeñas aves, murciélagos o pequeños mamíferos, perdiéndose alrededor de 85% de plantas que son base de nuestra fuente alimenticia.
Fuente: http://www.abejasmundi.com , http://www.ecoportal.net