Se han hecho muchas campañas para cambiar de las bombillas comunes a las referidas a bajo consumo. Existen varias razones para entender el porque.
La importancia en elegir bien el tipo de bombilla y su potencia, es el comienzo, ya que una potencia que sea mayor a la debida, o recomendada, nos acarrea un aumento en el consumo de energía eléctrica, y sin embargo, no garantiza una mayor iluminación.
Hay que tener en cuenta que las bombillas transforman la energía eléctrica tanto en luz como en calor, entonces, tenemos que tener en cuenta algo fundamental, su potencia, ya que cuanto mayor sea, mayor será el gasto de luz.
“La potencia eléctrica es el resultado que se obtiene al dividir la energía consumida entre el tiempo que se tarda en consumir. Su medida se expresa en vatios o en kilovatios, representados por los símbolos «W» o «kW», respectivamente, y es fundamental para conocer la cantidad de energía que se puede consumir en una casa”.
Para elegir bien tenemos que tener en cuenta:
- La potencia admisible de la lámpara, hay que fijarse en el tipo de casquillo que admite la lámpara en la que se van a colocar. Nunca se debe exceder la potencia máxima recomendada.
- Determinar el número de bombillas que se necesitan para alumbrar correctamente una estancia.
Podemos estar bien iluminados y economizar energía eléctrica al mismo tiempo.
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