Tío Rolo, barrio aislado de la zona suroeste de la ciudad de Rosario, con un índice de analfabetismo de un 28% de su población total, con ganas de trabajar, capacitarse y progresar con iniciativa, se plegó a la propuesta del Foro de Vivienda Social y Eficiencia Energética (Fovisee), Fundación que trabaja sobre las temáticas de vivienda, energía y pobreza, que con el objetivo de promover la eficiencia energética genera proyectos aplicados para la eficiencia energética en la vivienda (http://www.fovisee.com).
La experiencia comienza con la llegada de un experto en sustentabilidad edilicia perteneciente al Foro al barrio y realiza mediciones específicas en cuánto al aire que circula en las casas, el nivel de alergenos en el aire, de dióxido de carbono y si hay pérdidas de calor. Se realizó un diagnóstico del estado de cada vivienda para ver por dónde se derrocha energía y luego comenzó la capacitación de 10 vecinos del barrio para que ellos luego auditen cinco casas cada uno bajo la premisa «cuanto más aire circula en una casa, más energía se consume». Esta capacitación, es el puntapié inicial para que Tío Rolo convierta a sus casas en sustentables y ahorren energía con estrategias muy simples pasaría a ser el primer barrio sustentable de Rosario.
Las mediciones arrojaron el dato que la circulación de aire que se producía en las viviendas era de 10 a 36 veces por hora, cuando lo optimo y saludable es de 2 veces/hora, con lo cual, la pérdida de calor es excesiva, produciéndose principalmente por hendijas, marcos de puertas, ventanas y por el techo.
Dentro de las recomendaciones de la capacitación se destacan acciones prácticas, sencillas, rápidas y económicas, pero que arrojan grandes beneficios al ambiente y al bolsillo del propietario. Al vecino se le recomendó:
Cubrir las hendiduras y rendijas para aumentar la hermeticidad de la casa, simplemente con una pistola de silicona, masilla, poliuretano o burletes se pueden cubrir los espacios pequeños que dejan pasar el aire y ahorrar entre un 5 y un 10 por ciento de energía.
Instalar cortinas claras que permiten la entrada de luz y calor natural y lograr una adecuada ventilación, implica una menor utilización de luz artificial y la disminución de la problemática de la humedad abriendo las ventanas en los momentos de mayor temperatura durante el día. Con esto se requiere el menor uso intensivo de estufas eléctricas. Se promovió la modificación de las ventanas y el cambio de cortinas oscuras y pesadas cerradas por claras, mantener las ventanas cerradas (si no tienen vidrios, colocar plásticos), pero abrir las persianas durante el día sobre todo en aquellas que entra el sol, para calefaccionar la casa naturalmente.
Si se usan estufas eléctricas, se debe verificar que sean de bajo consumo, si en cambio se utiliza calefacción a gas, es importante apagar el piloto mientras no se esté usando ya que mantenerlo prendido en todos los equipos de calefacción equivale aproximadamente al 5 por ciento del total de gas natural consumido en Argentina. Calefaccionar sólo los ambientes de la casa que se estén usando, la utilización de ropa abrigada dentro de la casa significa menor necesidad de calefacción y menor consumo de energía.
Los primeros resultados indicaron que las familias que habitan en las 10 viviendas del proyecto gastan un 50 por ciento menos de energía que las que no participan. También se comprobó la importancia de considerar a las familias que forman parte de un proyecto aplicado de eficiencia energética como socios fundamentales del proyecto.
Este es el primer caso que se desarrolla en Argentina dentro de estas características, pero mundialmente, el método es conocido y utilizado, en estados Unidos es política nacional para el ahorro de energía.
Fuente: Periódico La Ribera. Río Cuarto. Edición Mayo 2013