Los resultados de un estudio realizado por el Investigador Gonzalo Bermudez perteneciente al Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv), Conicet y Universidad Nacional de Córdoba dio un resultado preocupante para la población que vive en la zona que ha sido muestreada en la provincia de Córdoba.
El estudio resalta la presencia de altas concentraciones de plomo, cadmio, mercurio, níquel, zinc, magnesio y cobre en las zonas cercanas a las industrias metalúrgicas y metalmecánicas en la ciudad de Córdoba (barrios Ferreyra y San Carlos); a la planta cementera y horno incinerador de residuos industriales en Yocsina y las industrias químicas, petroquímicas y fabricaciones militares en Río Tercero.
Estos metales y metaloides tienen un resultado tóxico para la salud humana y ambiental, ya que “debido a su alta estabilidad estas sustancias no pueden ser degradadas, por lo que tienden a acumularse en suelos e incorporarse en algunos cultivos”.
“Las concentraciones medias de arsénico, cadmio, níquel y plomo estuvieron por debajo de los límites de tolerancia establecidos en el Código Alimentario Argentino, las concentraciones promedio de cromo, cobre, hierro, manganeso y cinc superaron los límites, y la alta concentración de manganeso generaría posibles daños no cancerígenos”.
También se determinó que “por el alto consumo de trigo que hay en Argentina, el índice de peligrosidad de ingerir este cóctel de metales es elevado, con lo cual podría tener efectos crónicos en la salud”.
“El cromo produce la muerte celular. El manganeso es neurotóxico e interfiere con el funcionamiento del sistema inmune. El cinc puede producir náuseas y vómitos”.
El trabajo ha sido publicado en “Journal of Hazardous Materials”, y difundido por la agencia CyTA del Instituto Leloir.
Imagen: http://es.123rf.com
Fuente y Artículo Completo: http://www.lavoz.com.ar